El fotoliptófono
¿Qué es y para qué sirve?
El fotoliptófono, un dispositivo óptico analógico, es un sistema de registro sonoro sobre un soporte de papel. Es capaz de registrar el sonido y las variaciones de presión producidas y transportadas por el aire. Tales variantes eran impresas con tinta común al papel cuya forma es de disco, donde la información sonora era impresa por densidad variable (niveles de gris) en una hoja que se enrolla en una especie de gran rodillo, el cual, a través de sensores, detecta el nivel lumínico reflejado como una especie de lector óptico.
Su inventor tenía la intención de publicar música y discursos en los diarios. Durante el año 1936, tres diarios europeos distribuyeron páginas completas con información sonora producida con el fotoliptófono, generadas con el fin de publicitar el sistema.
La palabra fotoliptófono es un compuesto de tres raíces griegas: foto = luz; lipto = sustraer; fono = sonido. Por esto, se puede afirmar que es un transductor (transformador) de luz a sonido debido a que, técnicamente, se le denomina “transductores” a los dispositivos capaces de convertir una clase de señal en otra.
Reproducción
El sistema proyecta un haz de luz concentrado sobre el soporte (que podía ser cualquier papel, inclusive de periódico). Al girar el cilindro, las franjas que forman la línea en espiral en el cilindro son escaneadas progresivamente por el reflejo que genera el haz de luz. Estas reflexiones variables son captadas por una célula fotosensible, transformándolas en variaciones de tensión eléctrica que, posteriormente, se amplifican para reproducir el sonido registrado en el papel.
Creador y su contexto
Fue inventado en noviembre del 1934 por el argentino Fernando Crudo. Desde su aparición provocó mucho entusiasmo en sus presentaciones a nivel nacional e internacional, pero jamás logró insertarse en el mercado, a pesar de los muchos esfuerzos realizados para darle impulso y de que disponía de características técnicas que podían haber revolucionado el desarrollo de la tecnología de reproducción del sonido del siglo XX debido a su potencialidad como medio de distribución masiva de sonido y música con muy bajo costo, con una calidad comparable a la de los sistemas de reproducción de la época.
El Estado Nacional contrató a Crudo para que utilice el Fotoliptófono con el fin de registrar voces para formar el Archivo de la Palabra. No obstante, también buscó que fuera un apoyo a la investigación fonética, aportando una herramienta novedosa para el estudio de los fonemas a través del registro de las imágenes de los vocablos.
Inspiración
El sistema de registro del cine sonoro fue el punto de partida. En la grabación, se utilizó una película fotosensible rectangular de grandes dimensiones (radiografía) que se enrollaba en un cilindro. Durante la grabación, el cilindro gira y la cabeza grabadora genera variaciones de luz proporcionales a las variaciones de tensión provenientes del sonido que se captaba por el micrófono. Cuando el registro concluía, se procedía al revelado de la película fotosensible. La imagen obtenida era impresa en papel.