Zimoun es un artista contemporáneo que comenzó su exploración artística de forma autodidacta haciendo uso de sistemas mecánicos y sistemas de audio multicanal a los veinte años de edad, sus primeros proyectos consistían en la grabación de materiales físicos para después reproducirlos en algún espacio mediante altavoces. Este tipo de intervenciones le condujeron a nuevas preguntas sobre su propuesta sonora, ¿cómo podría crear sonidos en tiempo real de forma inmediata como parte de la misma experiencia? A partir de esa pregunta desarrolló nuevas propuestas que dejaron de ser meramente sonoras y se acompañaron de intenciones audiovisuales. Actualmente tiene su estudio en Bern, Suiza. Acompañado por su equipo trabaja con instalaciones de arte y en el desarrollo de proyectos inmersivos desde una mirada muy cercana a la arquitectura. Se han dedicado a explorar el sonido en el espacio y cómo estos dos factores pueden tener incidencia en la percepción sensorial del espectador.

La producción artística del estudio se ha expuesto alrededor de todo el mundo en museos como el Museo Haus Konstruktiv en Zúrich, el Museo de Arte Contemporáneo en Santiago de Chile, el Museo de la Imagen y el Sonido en São Paulo, el Museo Nacional de Arte de Beijing, el Museo de Arte de Seúl, por mencionar algunos. A pesar de la diversidad de lugares de exhibición que ha visitado gran parte de su obra, podemos encontrar un hilo conductor en la forma de abordar el espacio que la rodea.

Emplean objetos de reciclaje o comúnmente observados en entornos industriales y la vida cotidiana con el fin de construir experiencias sonoro-espaciales. Inmensos galerones despojados de mobiliario, espacios continuos de vacío se contraponen a un ejército de objetos que obedecen a un mismo sistema en movimiento. El minucioso orden se contrapone al caos, la individualidad y el conjunto conviven en un mismo tiempo y lugar. Gran parte de su obra se construye a partir de estas dos contradicciones. Algunas de estas piezas dan la impresión de encontrarse en un espacio infinito, como un bosque de objetos cuyo ritmo mecánico y continuo se amplifica gracias a la acústica del lugar. 

En el video colocado arriba, cada caja consiste en un sistema mecánico primitivo en el que un pequeño motor martillea un tramo corto de alambre colocado sobre la caja. El sonido de una caja no resulta especial por sí mismo. Sin embargo, todo está colocado a mano y la longitud de los cables varía ligeramente, por lo que cada caja tiene un ritmo propio. La existencia de las fuentes de sonido individuales en la sala y la multiplicación de las mismas crean un espacio sonoro tridimensional bastante complejo. Dependiendo de la posición de los visitantes en la sala, los sonidos, sus enlaces y superposiciones se perciben de forma diferente y se reensamblan de forma repetida. Es una construcción sonora complicada y en constante cambio.

La escala es otro concepto esencial en estas obras. En este caso, podemos explicar la escala como la relación de dimensión y proporción existente entre el espectador y los elementos de la obra dentro de la sala donde co-existen. Resulta importante remarcar cómo la escala tiene incidencia directa en la percepción sensorial que los visitantes tienen de estos lugares. Lo interesante en el trabajo de Zimoun Studio es cómo los proyectos hacen uso de este recurso empleando materiales tan sencillos como cajas de cartón, dependiendo de si las cajas se han colocado de una forma más o menos ordenada o estructurada de diferentes formas consigue adaptarse y resaltar dentro de la galería.

Como podrás observar, las galerías donde se colocan estas obras son en su mayoría espacios con una gran flexibilidad espacial, es decir, la ubicación perimetral de los elementos estructurales, como las columnas, permiten tener salas de gran dimensión, lienzos en blanco que permiten jugar con la distintas formas de disponer los objetos en su interior. En una u otra circunstancia, la acústica de la pieza también es distinta. 

Muro gigante construido a partir de motores dc reciclados y cajas de cartón.

Su equipo de asistentes se encarga de implementar y resolver los sistemas mecánicos que accionan las piezas ya sea de forma analógica o digital, por medio de microcontroladores o computadoras. Como artista sonoro, Zimoun encabeza la oficina y se concentra en la parte conceptual, interesado en las esculturas sonoras que parecen cobrar vida para cautivarte en una especie de performance mecánico. A esta orquesta de sonidos inquietantes y caóticos, le gusta llamarla “complejidad primitiva“.

El artista no sólo desarrolla exposiciones físicas, sino que también desarrolla obras acústicas. A diferencia del desorden que rige en las salas de exposición, sus composiciones musicales de grabación e interpretación del sonido trabajan de forma minuciosa en el estudio. No obstante, estas piezas musicales nacen del profundo interés del artista por crear espacios y estados acústicos compuestos por sonidos y ruidos microscópicos. Tal y como sucede con las pistas de un concierto musical, utiliza pistas multicanal. De igual forma, ha trabajado en múltiples colaboraciones con otros músicos y artistas visuales. Muchas de estas grabaciones puedes encontrarlas bajo el sello Leerraum, sello que Zimoun fundó en 2003 junto con el diseñador gráfico Marc Beekhuis. fundado 2003 junto con el diseñador gráfico Marc Beekhuis.

Abstracción, sonido, integración de visuales y dinamismo se conjugan en un solo lugar.