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Percipiere rectus

Artista cinético: Theo Jansen

Dedicación e inventos

El artista y escultor cinético Theo Jansen es un creador de vida artificial. Nacido en 1948 en los Países Bajos, Jansen afirma que “las barreras entre el arte y la ingeniería existen sólo en nuestra mente”, por ende, su obra fusiona de manera genial ambas disciplinas. Sus obras tituladas Strandbeest (Las bestias de playa, también denominadas Animaria) han intentado crear una “nueva naturaleza”, esto es, una nueva especie de animales artificiales diseñados por el ingenio humano, hechos a la medida de la imaginación de su creador.

En 1981, creó una máquina de pintar en la pequeña ciudad holandesa de Delft, lugar donde se formó como ingeniero y científico en la Universidad Tecnológica local.

Inventos destacados

Las Strandbeest o Bestias de Playa son criaturas diseñadas desde 1990 para habitar y sobrevivir en las playas holandesas. Esta fauna artificial tiene el propósito de mantener el equilibrio ecológico de la costa, del mismo modo en que los castores lo hacen en el bosque. Su vida dura apenas un año y la mayoría de los inventos son convertidos en fósiles. 

Emplea algoritmos genéticos para crear sus bestias. Tales programas son sistemas muy complejos que poseen evolución dentro de su código genético. Dichos algoritmos se pueden modificar para solucionar variedad de problemas, incluyendo diseños de circuito. 

El “código genético” que todas las bestias de playa comparten es un secreto matemático, los trece “números sagrados” que Theo Jansen calculó hace 25 años con un ordenador Atari. Los números sagrados indican la longitud de los tubos que componen las patas y definen la peculiar forma de caminar de los animales de playa. El artista usó un programa informático que generaba, seleccionaba y mejoraba cientos de piernas diferentes. El proceso se repitió sin descanso durante meses hasta que Jansen obtuvo las medidas ideales para las patas. Fue un proceso de darwinismo acelerado por un ordenador.

Antecedentes

Darwin y su idea de la evolución está muy presente en la obra de Theo Jansen. En 1986, tras leer “El relojero ciego” del zoólogo británico Richard Dawkins, quedó fascinado por la teoría de la evolución y la selección natural de las especies.

En su libro “The Great Pretender”, Theo Jansen reconoce que la verdadera inspiración para sus bestias fueron los tubos de cableado eléctrico de color amarillento, típicos de los Países Bajos. Estos conductos con aspecto de hueso son el material principal de los animales de playa. Jansen compró en su día 50 kilómetros de tubo de plástico y evita cualquier material que no sea ese, aunque utilizó palés de madera durante una etapa muy breve.

Igual que los demás animales, las bestias de playa han desarrollado cerebros, trompas, estómagos y extremidades para anclarse al suelo. La mayoría de esos órganos se han perdido por el camino porque no ayudaban al animal a sobrevivir en su entorno. Por ello, inventa constantemente nuevos mecanismos para sus criaturas. Los que resultan útiles sobreviven y continúan su evolución; en cambio, los que no, se extinguen.

Medios de contacto

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